Luego de su "rejuvenecida" llegada de Cuba, directo al Santo Cristo de La Grita, Hugo Chávez se autoproclama dévoto de figuras religiosas que tiempo atrás desdeñaba en la figura de los miembros de la Iglesia Católica, a quienes mandó a callar en múltiples ocasiones (en el zenith del poder, no menos) para llegar a postrarse a los pies del ícono cristiano, siendo recibido por un miembro de esa misma Iglesia a quien parecen habérsele olvidado los improperios profesados a sus colegas, por conveniencia o por simple descuido humano.
El Monseñor Mario Moronta lo recibió casi como al "hijo pródigo", refiriendose a Chávez como "un peregrino más" que visitaba el Templo. Luego del acto cargado de la cursilería habitual de la cual el Presidente impregna sus actos públicos (para el regocijo casi orgásmico de sus seguidores) se desvela la verdadera razón de tantas sonrisas por parte de Moronta: Chávez se ha comprometido a girar los fondos para la construcción de un Santuario para el Cristo de las Montañas. No hubo necesidad de pasarle la cesta "para la colecta" al final de la misa, ya que el Presidente mismo ofreció dadivósamente la "limosnita" para que la feligresía pudiera adorarlo un poquito más (A Chávez, no al Cristo).
El Monseñor Mario Moronta lo recibió casi como al "hijo pródigo", refiriendose a Chávez como "un peregrino más" que visitaba el Templo. Luego del acto cargado de la cursilería habitual de la cual el Presidente impregna sus actos públicos (para el regocijo casi orgásmico de sus seguidores) se desvela la verdadera razón de tantas sonrisas por parte de Moronta: Chávez se ha comprometido a girar los fondos para la construcción de un Santuario para el Cristo de las Montañas. No hubo necesidad de pasarle la cesta "para la colecta" al final de la misa, ya que el Presidente mismo ofreció dadivósamente la "limosnita" para que la feligresía pudiera adorarlo un poquito más (A Chávez, no al Cristo).
Posteriormente (y quizá revisando el santoral religioso) dirige su atención (y su chequera) a venerar al "venerable" José Gregorio Hernández, decretando Día de Júbilo Nacional en el cumpleaños número 147 del Siervo de Dios. Luego de agradecer al Pre-Santo venezolano (en señal de agradecimiento por haberle hecho el Milagro de curarlo) promete girar (otra vez) los fondos para la construcción de un templo para honrar la memoria del Santo del Pueblo en su pueblo natal, Isnotú.
En ambos casos, los miembros de la iglesia no caben dentro de sí, ya que la atención del Presidente les cae como anillo al dedo. Chávez utiliza nuevamente los símbolos más íntimos para el pueblo que le sigue (la religión esta vez) para reforzar la conexión que aún mantiene con muchos o pocos, a la vez que "compra" indulgencias con bozales arepísticos a los hombres de hábito que felices lo reciben. Business as usual.
Más allá de las valoraciones religiosas o morales que cada uno de nosotros quiera darle a este hecho, lo cierto es que se comienza a destacar la manera como Chávez explota económicamente a los centros de concentración emocional, con lo cual abona más terreno para su siembra en el pueblo chavista, políticamente inmaduro y electoralmente emotivo.
El Presidente conoce muy bien la forma de entrarle a sus devotos, a los que lo veneran tanto o más que al de Isnotú u otros íconos religiosos de la geografía nacional. Sus "milagros" (consideran) pueden materializarse si ellos hacen un mayor esfuerzo en defender su revolución, si tan solo los oligarcas y el imperio lo dejan, y de ellos es la misión, cuales cruzados detrás de Pedro El Ermitaño, de dar su vida por la salud de su guía espiritual, el profeta de Sabaneta y el triunfo de la evangelización de los salvajes capitalistas.
Chávez, un sobreviviente político, ordeña la savia inocente y resentida de los electores que votan con la emoción y no con la razón. Apasionados por cualesquiera amenazas que recaigan sobre su sacerdote mayor (mayor inclusive que los curas mismos de La Grita e Isnotú), sobre ellos se levanta supuestamente sano (aunque un poco inflado, a decir verdad) cual Lázaro criollo, trás haber vencido al cáncer, probablemente enviado por aquellos que huelen a Azufre en el norte.
Juancé Gómez
Muy buen análisis, el clero venezolano no me sorprende con esta actitud servil y el Misio Presi pues ya comenzó a sacar las cartas guardadas. Se las va a jugar todas, antes de recurrir a lo más extremo que sería usar a su nueva adquisición(las FAN arrodilladas) por la que bien pagó hoy ante nuestros ojos, como para que no nos quede dudas de que o gana o gana.
ResponderEliminarEste conciso y claro escrito, pone de manifiesto, como es usual, la falta de moral y valores del "venezolanp" cuando de su beneficio personal se trata. Unas moneditas logran lo increible, limpian memorias, purifican almas y ganan ex-adversarios.
ResponderEliminarAmén "monseñor".