DE LA LLEGADA DE CHÁVEZ, JURAMENTACIONES PRIVADAS Y DEMÁS YERBAS
Hoy casualmente, en medio de la sorpresa, estupor, duda o especulación acerca de si Hugo Chávez regresó a Venezuela, saltan las declaraciones de Luisa Estela Morales, Presidente del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, acerca de la Juramentación del Paciente Barinés en una ceremonia privada dentro del Hospital Militar.
Y me acordé de repente de la juramentación de Lyndon B. Johnson como Presidente de los Estados Unidos a la repentina muerte de John Kennedy, dentro del avión presidencial, con una Jackie de semblante agotado volando de Dallas a Washington. El juramento se hizo público, y esta foto es la más vista de esos sucesos a través de la historia.
Reflexioné y comparto con ustedes mis conclusiones, las cuales expongo a continuación:
1.) Este evento en la historia mundial, el juramento de Johnson, es una de las pruebas más exigentes que se la hecho a la Institucionalidad de país alguno, esa de la cual tanto escribo y converso con ustedes mis lectores. ¿Podemos pensar en situaciones más extremas que estas? Un país que en 1963, ya exigía que se cumpliera con este juramento para que la institucionalidad se mantuviera y el país no estuviera a la deriva, pero más allá de esto y más importante aún, los mismos ciudadanos encargados de hacer cumplir esas leyes, de proteger esa institucionalidad no tuvieron que ser llamados a capítulo por "el pueblo" para cumplir su función de mantener el hilo constitucional. Lo hicieron porque sintieron que era su deber.
2.) La institucionalidad es un sentimiento que debe impulsarnos a una acción. Vemos desde hace años, y no solamente hablamos del gobierno de Hugo Chávez, como en Venezuela jamás se respetó el hilo constitucional. Y no hablo solamente de si hubo presidentes por cuatro horas y asuntos por el estilo, sino me refiero también a la sostenida violación a todas las leyes.
3.) En Venezuela, este impulso no existe. Sus ciudadanos ignoramos qué debemos hacer, cómo debemos reaccionar. Hemos estado más de dos meses sin Presidente y no existen voces que logren cambios a través de acciones efectivas. Algunos políticos de vocación alzan sus voces, mientras otros saltarán la talanquera cuando vean que su Taita está vivo al menos, o así parece ser según las noticias.
4.) Frente a una crisis de este tamaño, a un desconocimiento absoluto de cómo comportarnos como ciudadanos, el caos seguirá reinando entre nosotros, los que están en Venezuela y los que estamos fuera de ella.
Si Luisa Estela decidió, o se le ordenó hacer la ceremonia de toma de posesión en privado, es algo que ignoramos. Creo que fue un acto de lambonería política para quedar bien con el dueño de esta hacienda llamada Venezuela. Como peones de esa hacienda, seguimos cortando caña y plantando café, con la cabeza gacha, no sea que nos den un fuetazo por "salidos".
Juancé Gómez
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